Como he dicho alguna que otra vez, me gusta escribir mis contenidos desde una visión global, ya que el mosaico multicolor que representáis, así lo exige. Hay lectores desde Ucranía a Andorra, pasando por infinidad de paises americanos y europeos. El tema de hoy, desgraciadamente, trata sobre un mal endémico del que sufren todos los países, y por ende, nosotros. Con la carnicería a la que nos están sometiendo nuestros gobiernos por la crisis, vamos a tratar a dos colectivos por igual, los ricos y los ladrones (que a veces se convierten en uno mismo).
Hasta ahora, siempre hemos visto que los culpables de la situación actual han sido principalmente, los bancos, las constructoras-immobiliarias y el gobierno. Como siempre, lo fácil es acusar al gobierno... ¿Por qué será? Será porque una gran parte de los políticos (no podemos generalizar) son unos burócratas y sanguijuelas incompetentes? Creo que sí, sólo hace falta leer el post: Crisis, ya tenemos al pueblo para exprimirlo... . Los inculpados ya han demostrado, los de uno y otro gobierno, que son inútiles e incompetentes, que NADIE ataca a las grandes fortunas porque no interesa, porque son sus amigos y saben como burlar a la justicia. El otro día entrevistaron a un ex-fiscal general y le preguntaron si la justicia era igual para todos, a lo que respondió:
- Sí, la justicia es igual para todo el mundo... lo que pasa es que a no a todo el mundo se le aplica igual.
Como decía el economista John M. Keynes, la evasión fiscal es el único esfuerzo intelectual que produce beneficios económicos.
Lo tienen fácil, sólo tienen que evadir sus impuestos complicando la vida al fisco. Los multimillonarios, al igual que los ladrones de guante blanco que roban millones de euros/dólares, sólo tienen que buscar un entramado lo suficientemente complejo como para que los de hacienda se pierdan entre sus números, desistiendo por adelantado su búsqueda y captura, concentrándose así, en los que son fáciles y con pocos recursos económicos, siendo muchas veces estos últimos, víctimas del desconocimiento y/o del mal asesoramiento. Es más, y poniendo un ejemplo que también se da en el catolcismo: Los curas redimen a su rebaño aconsejándole que ore unos cuantos padre nuestro para expiar sus pecados, pero eso no quiere decir que que los que entran en el confesionario sean todos los que pecan... en la calle hay miles de personas más, que continuamente comenten algún tipo de falta y que no están identificados. Lo mismo con las rentas. Hacienda castiga a los que tiene localizados... ¿Pero que hace para los que no lo están y que además suelen ser los que más podrían aportar a las arcas del estado?.
A colación del punto anterior, los dirigentes tendrían que propiciar la generación de empleo a toda esa población, y para eso también tendrían que invertir en una buena educación, ya que así, esos mismos niños "creados de más" por la conciliación familiar, serían mejores profesionales, consiguiendo que las empresas ubicadas en su país, fueran más competitivas por tener una mano de obra más capacitada, y si ese gobierno también invirtiera en I+D+i, conseguiría que en una sociedad madura como la nuestra, pudiera acaparar nuevas inversiones que llevarían a cabo personal cualificado, generando más riqueza para un país en constante evolución, eso sí, en pro de los países emergentes, que también obtendrían su riqueza de la llamada "mano de obra barata" hasta que pudieran llegar al siguiente nivel.
Todo esto es un sólo hilo conductor, evidentemente es más complejo de lo que digo, pero sirve si empezamos a CASTIGAR CON EJEMPLARIDAD a los que roban grandes riquezas, a EXPOLIAR a los que desvían dinero correspondiente a los impuestos y a ENCARCELAR y SANCIONAR a los políticos corruptos e ineptos que desperdician nuestros recursos económicos pensándose que somos una VACA de recursos ilimitados. Hasta que no llegue este punto, preparáos para ser vejados continuamente, tanto a nivel intelectual, como a nivel económico, porque como en la época medieval, el dispendio del señor feudal lo paga el pueblo.
Oscar García - Economista
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